Se ha descubierto que el consumo de moringa permite a las células absorber y liberar glucosa, por lo que equilibra los niveles de azúcar en la sangre.
Algunos estudios indican que tomar suplementos a base de moringa tienen un efecto beneficioso a la hora de tratar la diabetes, por lo que es considerada como una planta antidiabética. Si bien la moringa no es la cura definitiva para la diabetes, se ha demostrado que personas que padecían de diabetes tipo ll, redujeron sus niveles de azúcar en sangre mediante el consumo de este suplemento nutricional.
Algunos estudios indican que su consumo puede reducir las probabilidades de aparición de la enfermedad.
La moringa además es una fuente de vitaminas y minerales que ayudan a prevenir algunas complicaciones derivadas de la diabetes:
VITAMINA A:
También conocida como retinol, produce un tipo de pigmentos imprescindibles para el correcto funcionamiento de la retina, lo que ayuda a reducir el riesgo de ceguera en las personas diabéticas.
VITAMINA C:
Disminuye el sorbitol en diabéticos (el sorbitol es un azúcar que puede acumularse y dañar los ojos, los nervios y los riñones de las personas con diabetes).
VITAMINA D:
Aumenta el nivel de insulina en las personas que sufren de diabetes.
VITAMINA E:
Previene la degeneración arterial en personas que sufren de diabetes y previene los daños vasculares destructivos.
Así pues el poder nutricional de esta planta ayuda a reducir los riesgos y complicaciones para las personas que sufren de diabetes, brindándoles una mejor calidad de vida.
Existen diversas formas de preparar la moringa para la diabetes, sin embargo no es recomendable tomarla en ayunas.
Las formas más sencillas de prepararla y obtener sus beneficios son:
– Beber té de moringa
– Utilizar el polvo de moringa
– Moringa en capsulas
– Moringa fresca
Es importante aclarar que el uso de la moringa como el de cualquier otra sustancia natural, puede suponer efectos secundarios si se consume de forma desmedida, pero si se consume en cantidades razonables no supone riesgo alguno para la salud. Sin embargo cada caso es particular y se aconseja consultar con un médico a fin de evitar posibles incompatibilidades o interferencias con la acción de los fármacos.